### Esta es una muestra del capítulo 2 de la Guía para ahorrar en la factura de la luz -en España (1ª edición) ###
No sé si será problema de mi formación de ingeniero de telecomunicación pero yo veo redes por todas partes . Una red es una estructura física o lógica que interconecta elementos (nodos) habitualmente con la finalidad de mover o transmitir cosas de un punto a otro. Nos conectamos a internet a través de una red (algunos la llamaban la red de redes, tan red que net es red en inglés ), cuando tiramos de la cadena del váter el agua va a la red de saneamiento, viajamos de un lugar a otro a través de la red de carreteras, pero también tenemos una red de contactos y la electricidad nos llega a casa a través de la red eléctrica.
Según este enfoque la red eléctrica tan solo es una infraestructura que se encarga de mover la electricidad desde los puntos donde se produce hasta los puntos donde se consume, algo muy sencillo conceptualmente pero un tanto más complicado cuando hay que ponerlo en marcha, sobre todo porque son bastantes los actores que intervienen desde el punto donde se produce la energía al punto de consumo. La figura 2.2 nos muestra de forma muy intuitiva la idea. Como curiosidad fijaos cómo cambia el voltaje en cada punto: ¡las líneas de transporte son de hasta 400 000 V! (una pasada teniendo en cuenta que a casa nos llegan 230 V).
Quizá la mayoría de nosotros pensamos que si por ejemplo es Iberdrola quien nos suministra la luz en casa, es Iberdrola la que produce la energía, la transporta, nos la entrega y nos la cobra*. Pero esto no es así. En el ejemplo que vimos atrás este sería el tipo de mercado sencillo, donde Joaquineto llevaba directamente al mercado sus lechugas y se las vendía al consumidor, pero como hemos dicho antes el mercado de la electricidad está lleno de intermediarios. La figura 2.3 (p. 22) representa muy bien lo que estamos hablando y vamos a ir viendo poco a poco en las siguiente páginas: centenas de producto- res generan la electricidad, se la pasan a Red Eléctrica de España que es quien la transporta de un sitio a otro hasta pasársela a las distribuidoras que son las que la hacen llegar al cliente final; pero ¡atención!, que la empresa distribuidora no es la que nos factura, sino que quien nos factura es la empresa comercializadora. Un poco lioso, ¿verdad? Sin intención de profundizar demasiado, vamos a ver quién es quién en este enmarañado crucigrama (3).
Los productores de electricidad
Aunque inicialmente podríamos pensar que no hay muchos productores de electricidad y si nos preguntasen muy probablemente citaríamos a Iberdrola, a Gas Natural, a Endesa y poquitos más, lo cierto es que en España se cuentan por cientos. En concreto en el día de hoy (1 de marzo de 2020) la web de OMIE* arroja 1108 productores de electricidad*, sorprendente, ¿verdad? No conozco cuál es el proceso para darse de alta como productor, pero supongo que cualquiera que tenga capacidad de generar electricidad (un huerto solar, los molinos de viento, un salto de agua…) y cumpla una serie de requisitos podrá entrar a formar parte del sistema y vender en el mercado mayorista la electricidad que produce.
El operador del sistema: Red Eléctrica de España (REE)
La empresa Red Eléctrica de España (REE) es la que se encarga de velar porque toda la red de electricidad del Estado y sus interconexiones funcione correctamente. Ellos se encargan de la difícil tarea que comentamos antes de hacer coincidir la electricidad que se está produciendo y vertiendo a la red con la que se está consumiendo —difícil tarea a la que hay que sumar las interconexiones con Portugal y Francia y la operación de los sistemas autónomos de Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.
Además de este control que realizan desde el Centro de Control Eléctrico (CECOEL) (5) que hemos visto en la página 19, REE también es la empresa que se encarga de realizar el transporte de la electricidad desde los puntos de producción hasta la red de las empresas distribuidoras, explotando una infraestructura de más de 43 000 kilómetros de cables y 79 000 torres de alta tensión (400 000 y 220 000 voltios) —os puedo asegurar por experiencia (he caminado en la noche profunda cerca de torres de alta tensión) que la electricidad a ese nivel hace un ruido inquietante 😅.
La figura 2.4 (p. 24) es un croquis de la red en el año 1997. Probablemente si estás leyendo este libro en versión papel apenas distingas nada en la imagen por lo que te invito a consultar la imagen en internet**, donde está disponible en muy alta resolución.
REE se encarga de otra cosa interesante y útil para los ciudadanitos como nosotros, que es informar sobre el precio que la electricidad ha tenido y va a tener al día siguiente***. Cada día, alrededor de las ocho de la tarde, REE publica en la web ESIOS (6) los precios que los usuarios del sistema eléctrico que tienen contratada la tarifa de Precio Voluntario de Pequeño Consumidor (PVPC)* van a tener cada hora del día siguiente. En esta web también tenemos disponibles un montón de datos y estadísticas sobre el sistema eléctrico que harán las delicias de los más friquis de la estadística. La figura 2.5 (p. 25) es un pantallazo de muestra de la página principal: ¡todo un regalo para las mentes inquietas! 😜.
El operador de mercado OMIE y el mercado mayorista
OMIE es el operador del mercado mayorista de electricidad para la Península Ibérica. Podríamos decir que si REE es el responsable de la gestión técnica del sistema, OMIE es la responsable de la gestión económica (7). La compraventa de energía en el mercado mayorista se realiza a través del sistema de subasta y es OMIE el operador que se encarga de coordinarla; en esta subasta diaria las empresas comercializadoras compran la energía a las productoras en lo que se denomina como pool eléctrico.
Si volvemos a la figura 2.3 (p. 22), podemos apreciar que por un lado está representado el mercado mayorista y por otro el mercado minorista. De lo que estamos hablando ahora es del mercado mayorista, donde, como decimos, las empresas comercializadoras compran la electricidad para luego venderla a cada uno de sus clientes (nosotros). Como acabamos de introducir y explican con mayor detalle en un artículo de El País (8): «el sistema de fijación del precio de la electricidad en el mercado mayorista funciona como una subasta, en la que cada productor va entrando con un precio determinado y se van cruzando la oferta y la demanda (casación). La última central que participa, la más cara, marca el precio que luego cobran todas».
Si volvemos al paralelismo con nuestro amigo agricultor Joaquineto, el mercado mayorista sería el que se da en la lonja de hortalizas de la comarca; de hecho, en muchas lonjas la venta se hace a través de subastas de forma similar al mercado eléctrico —yo he asistido a algunas de ellas, la ventaja de ser tan multidisciplinar 🤓—. Los comercios acuden al mercado mayorista, a la lonja, a comprar las lechugas cultivadas por los agricultores que luego venden a los clientes finales. Ellos compran a un precio mayorista al que luego hay que aplicar distintos incrementos (impuestos, costes, márgenes…), de la misma forma que las comercializadoras van al mercado creado por OMIE para comprar la electricidad que generan las productoras y que luego venderán a sus abonados —tampoco es tan complicado, ¿verdad? .
Algunas veces, cuando las comercializadoras son chiquititas no van ellas directamente a comprar la electricidad, sino que lo hacen a través de un agente (otro intermediario más que se tiene que llevar su parte), que compra volúmenes más grandes y por lo tanto puede conseguir mejores precios.
Resumiendo: OMIE se encarga de gestionar el mercado mayorista donde los productores venden la electricidad diariamente a través de una subasta a las comercializadoras quienes a su vez la venden al consumidor final.
Por cierto, en este mercado, como en la mayoría, puede haber trampas por parte de los intervinientes. Por ejemplo, en 2013 y 2017 Iberdrola fue llevada por anticorrupción a un tribunal penal por manipular el mercado mayorista con la finalidad de obtener un lucro ilícito (9). En un próximo ensayo hablaré más detenidamente sobre este asunto.
Una cosa es la distribuidora y otra la comercializadora
Siguiendo el camino de la electricidad desde la central hasta casa (esquema de la página 22), hemos visto cómo la electricidad es generada por los productores (en saltos de agua, plantas solares, central nuclear…) y transportada por REE hasta las redes de las distribuido- ras. La diferencia entre distribuidora y comercializadora suele generar confusiones, por lo que la vamos a ver en detalle.
La distribuidora:
La empresa distribuidora es la propietaria de la red (los cables) que van desde las centrales o subestaciones de Red Eléctrica de España hasta nuestra casa —utilizando argot de las redes de telecomunicaciones podríamos decir que la distribuidora se encarga de la última milla.
Si se va la luz en casa muy probablemente la responsable sea la distribuidora (que es la que técnicamente nos ofrece el suministro); si tenemos que hacer una nueva acometida, no sé, llevar la red eléctrica a una casa que hemos comprado en medio del monte, será la distribuidora la que nos tenga que atender.
Actualmente hay dadas de alta (aparecen en el listado de OMIE) solamente 33 distribuidoras (frente a 1108 productores o 555 comercializadores). Las más importantes son las conocidas por todos: Unión Fenosa Distribución, S.A., Iberdrola Distribución, Endesa Distribución… aunque también hay otras pequeñitas.
La comercializadora:
Las comercializadoras son empresas que no tienen una red eléctrica propia —la red que nos llega a casa pertenece a la distribuidora, lo acabamos de ver líneas atrás—. Por ejemplo, aunque nuestra distribuidora sea i-DE (Distribuidora del grupo Iberdrola) y nuestra comercializadora sea CURENERGIA (también del grupo Iberdrola), aunque para nosotros todo sea «Iberdrola», la realidad es que son empresas diferentes y cuando tengamos que hacer cualquier gestión ellos mismos se encargarán de recordárnoslo*. Al principio esta distinción puede resultar liosa, pero es un esquema que nos tiene que quedar muy claro para poder movernos con agilidad en nuestras gestiones con ellos: una cosa es quien nos factura (comercializadora) y otra es quién nos lleva la electricidad a casa (distribuidora).
Las comercializadoras compran la electricidad a las productoras (en el mercado mayorista que controla OMIE) y la venden a los clientes finales (nosotros); en este punto es donde según el esquema de la página 22 «se crea» el llamado mercado minorista (entre la comercializadora y el consumidor).
De esta forma, las comercializadoras son las encargadas de hablar con el cliente consumidor final, de negociar el precio al que el consumidor pagará su energía y de facturar. El listado de OMIE de hoy* cuenta con 548 comercializadores de mercado libre y 7 comercializadores de último recurso (10). Habitualmente nosotros hablamos por teléfono con la comercializadora, que es quien nos envía la factura a casa, y es con la comercializadora con quien tenemos que pelearnos en el tema de las tarifas.
Creo que en este momento es muy importante entender qué significa que una comercializadora sea de mercado libre o regulado porque será una de las claves que utilizaremos para ahorrar en nuestra factura. Lo vemos en la siguientes sección.